Parroquianos en la iglesia polaca Holy Trinity oraron durante las Estaciones de la Cruz el Domingo de Ramos de 2012. Foto: Karen Callaway/Católico
Miércoles de Ceniza – 5 de marzo de 2025 Hoy comenzamos esta temporada santa de Cuaresma. Jesús nos llama a centrarnos en el significado profundo de nuestra oración, ayuno y limosna. Él nos recuerda que no busquemos la alabanza de los demás, sino que hagamos estos actos en secreto, con Dios como nuestra única audiencia. En nuestro mundo, puede ser muy fácil dejarse llevar por las apariencias externas, pero la Cuaresma nos invita a la renovación interior y a nuestra íntima relación con el Señor. Como dice el papa Francisco: “La Cuaresma es un tiempo para renovar nuestra relación con Dios, renovar nuestro compromiso con nuestro prójimo y abrazar la misericordia de Dios”. Entremos en esta temporada con corazón humilde y dispuesto, mientras nos esforzamos por adoptar una verdadera conversión del corazón. Oremos profundamente, ayunemos intencionalmente y demos generosamente. Que esta Cuaresma sea un viaje hacia una relación cada vez más auténtica con Dios. Primer domingo de Cuaresma – 9 de marzo de 2025 En el Evangelio de hoy, vemos a Jesús lleno del Espíritu Santo. Él enfrenta tentaciones del demonio en el desierto. Cada vez que Jesús es tentado, él responde con la Palabra de Dios y así nos muestra la fuerza que encontramos cuando estamos arraigados en la Escritura y la oración. San Agustín nos recuerda: “El camino hacia Dios es a través de Jesús, quien fue tentado, pero venció la tentación por nosotros”. Al embarcarnos en nuestro propio viaje cuaresmal, confiemos en que, a través de la oración, el ayuno y la penitencia, podemos enfrentar nuestras propias tentaciones con valor. Que podamos aferrarnos a la Palabra de Dios como el fundamento de nuestra vida ahora, en esta temporada sagrada, y siempre. Segundo domingo de Cuaresma – 16 de marzo de 2025 En este segundo domingo de Cuaresma, Jesús nos invita a subir al monte con Él y ser testigos de Su transfiguración. Pedro, Santiago y Juan experimentan Su gloria divina, pero Jesús les dice que permanezcan en silencio hasta después de Su resurrección. De esta manera Jesús revela Su identidad y recuerda a Sus seguidores que Su gloria viene a través de Su sufrimiento. El papa Francisco nos dice: “La Cuaresma es un tiempo de ayuno y oración, para que podamos participar de la gloria de Cristo a través de su cruz”. Mientras reflexionamos sobre este gran misterio, que en esta Cuaresma podamos comprometernos a caminar con Jesús a través tanto de Su sufrimiento como de Su gloria. Que no huyamos de nuestra propia cruz, sabiendo que, a través de ella, nosotros también podemos experimentar la luz de la resurrección de Cristo. Tercer domingo de Cuaresma – 23 de marzo de 2025 En el Evangelio de hoy, Jesús nos llama a reflexionar sobre el estado de nuestro propio corazón. Él cuenta la parábola de la higuera a la que se le da otra oportunidad para dar fruto, a pesar de que ha sido estéril. Esta historia es un recordatorio de que la paciencia y misericordia de Dios son abundantes, pero también de que la misericordia de Dios necesita nuestra respuesta para apoderarse de nuestros corazones. Como nos recuerda el papa Francisco: “La misericordia de Dios es grande, pero llama a nuestra conversión”. Esta Cuaresma, que escuchemos el llamado a dar frutos en nuestras vidas; frutos de arrepentimiento, bondad y justicia. Reflexionemos sobre las maneras en las que podemos abrir nuestros corazones a la misericordia de Dios y comenzar de nuevo, confiando en que con Su gracia, podemos vivir vidas que den buenos frutos para Su reino. Cuarto domingo de Cuaresma – 30 de marzo de 2025 En el Evangelio de hoy, Jesús cura a un hombre ciego de nacimiento. Él nos muestra que él es la Luz del Mundo. La fe del hombre ciego crece a medida que se encuentra con Jesús. Él pasa de ver a Jesús sólo como profeta a reconocerlo como el Hijo del Hombre. San Agustín dijo una vez: “Dios siempre está tratando de darnos cosas buenas, pero nuestras manos están demasiado llenas para recibirlas”. En esta Cuaresma, que permitamos que Dios abra nuestros ojos y corazones a las muchas maneras en que Él está obrando en nuestras vidas. Que estemos dispuestos a dejar de lado las distracciones y dejar que la luz de Cristo brille intensamente en nuestros corazones, guiándonos por el camino de la salvación. Quinto domingo de Cuaresma – 6 de abril de 2025 Juan 8:1-11 En el Evangelio de hoy, encontramos a la mujer sorprendida en adulterio, llevada ante Jesús por los escribas y fariseos. Ellos buscan condenarla, pero Jesús, en Su infinita misericordia, los desafía diciendo: “El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra”. Uno tras otro, los acusadores se alejan y Jesús le ofrece a la mujer perdón, diciendo: “Yo tampoco te condeno… Vete, no peques más en adelante”. El papa Francisco nos recuerda: “la misericordia de Dios es más grande que nuestros pecados, y Él nos invita a ser misericordiosos también”. Este pasaje nos invita a considerar cómo juzgamos a los demás. Las palabras y acciones de Jesús nos invitan a mostrar misericordia, como Él lo hace. Durante la Cuaresma, reflexionemos sobre nuestra propia necesidad de perdón, y extendamos la misericordia que hemos experimentado a quienes están a nuestro alrededor. Permitamos que el amor de Dios cambie nuestros corazones y nos conduzca hacia la reconciliación, sanación y paz. Domingo de Ramos – 13 de abril de 2025 Este Domingo de Ramos comenzamos nuestra travesía hacia la Semana Santa, recordando tanto la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén como Su pasión y sufrimiento por nuestra salvación. En el Evangelio de Lucas somos testigos del marcado contraste: las multitudes gritan: “Hosanna” en un momento y, apenas días después, gritan: “crucifíquenlo”. Jesús, plenamente consciente de lo que esperaba, se ofrece completamente en amor. Comparte la Última Cena, instituye la Eucaristía, y ora en el huerto de Getsemaní, entregando su voluntad al Padre. Como nos recuerda el papa Francisco: “En la Pasión de Jesús encontramos el significado profundo del amor, que lo da todo por el bien de los demás”. Que en esta Semana Santa sigamos a Cristo hacia su gloriosa Resurrección, sabiendo que también pasamos con Él por Su sufrimiento, mientras entregamos nuestros corazones en las manos de Dios. Caminemos con Jesús en humildad y oración, con la certeza de que Su cruz lleva a la alegría de la resurrección. Viernes Santo – 18 de abril de 2025 El Viernes Santo estamos ante la cruz de Cristo, contemplando Su sufrimiento y muerte. Jesús, en Su gran amor por nosotros, soporta la agonía de la Pasión para redimirnos del pecado y la muerte. San Francisco de Asís nos recuerda: “Dando es como recibimos”. La cruz nos llama a entregar nuestras vidas en amor, tal como Cristo lo hizo por nosotros. A medida que entramos en Su sufrimiento hoy, que recordemos firmemente que Su sacrificio nos trae vida. Que nosotros, a través de nuestros propios actos de amor, entreguemos nuestros corazones a Dios en estos días santos del Triduo y profundicemos nuestra confianza de que Su victoria sobre la muerte nos llevará a una vida nueva en Él.